La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta.
La propuesta fue presentada el 12 de abril por el gobierno de Turkmenistán y se aceptó sin votación. El objetivo de esta celebración es dedicarle un día a este medio de transporte e impulsarlo como una solución a retos mundiales, tales como contrarrestar la contaminación, el cambio climático, buscar beneficios en la salud y mejorar la calidad de la educación.
Durante la asamblea, La delegada de Turkmenistán, Aksoltan Ataeva, mencionó que “el ciclismo juega un papel importante en la movilidad personal alrededor del mundo, además de traer beneficios para la salud, el uso de la bicicleta podría proveer facilidades para el transporte urbano y reducir el uso de energía y emisiones de CO2 en todo el mundo”.
En la asamblea también se reconoció el peso económico que tienen las muertes causadas por incidentes viales —que llegan a costar hasta 5 por ciento del Producto Interno Bruto— para los países en desarrollo. La reducción de las muertes de tráfico y las lesiones es una prioridad social y económica, por ello se anunció la creación de un fondo para evitar muertes por accidentes de tránsito.
El fondo busca apoyar medidas que se ajusten a los pilares del plan mundial para la seguridad vial, como mejorar la seguridad de la infraestructura para peatones y ciclistas y mejorar el comportamiento de quienes circulan en auto por carretera.
En años anteriores el día mundial de la bicicleta se celebraba el 19 de abril, ya que en esa fecha, en 1943, el químico Albert Hoffman descubrió los efectos de la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) de manera accidental durante un paseo en bici, sin embargo esa conmemoración no era oficial y no había sido reconocida por la ONU.