A causa de la pandemia, la industria editorial mexicana tiene poco que celebrar en el Día Nacional del libro. La Cámara Nacional de la industria editorial anunció a través de su presidente que las pérdidas económicas hasta el momento superan el 28% y un 30% de los empleos se ha disminuido, por su parte la Asociación de Libreros de México refiere que la caída pudo ser hasta del 50%. Un sin número de librerías independientes han cerrado o están por hacerlo.
Los esfuerzos por llevar a cabo las diversas ferias de libro estatales, nacionales e internacionales en modalidad virtual no han reportado grandes números en ventas aún con las presentaciones de libro, grupos de lectura y más. Es necesaria la participación de el público para que una feria del libro funcione para sus propósitos culturales y empresariales.
Varias prestaciones han debido ser canceladas o pospuestas, sin embargo algunas siguen en pie como Los Premios CANIEM al Arte Editorial, con el que se espera un repunte en el mercado por la venta de los títulos galardonados de las diferentes categorías.
Tan solo la FIL Guadalajara, recientemente laureada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, reportó en octubre que se prevé un déficit de entre 24 y 28 millones de pesos, según Raúl Padilla López, presidente del encuentro. Cabe mencionar también la pérdida en la derrama económica para la ciudad de su celebración, la cual está estimada en aproximadamente 700 millones de pesos.