En el año de 1994, Carlos Carrera recibió la palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes por su cortometraje, 'El Héroe' acerca de un suicidio en el metro y a pesar de tratarse de un trabajo de animación, no tiene al público infantil como objetivo, dada su temática. 24 años más tarde el director presenta 'Ana y Bruno', una película también de animación estrenada en todo México, pero que ha vivido hasta el momento una polémica que afecta la taquilla.
La cinta trata temas de desórdenes mentales, alucinaciones, choques eléctricos a modo de terapia y otros relativos a la vida de pacientes psiquiátricos, así que algunos críticos consideran que no debió ser catalogada en clasificación A, para toda la familia. Por su parte la página oficial de Facebook del filme publicó que en la sinopsis de la distribución actual “no se advierte claramente lo que van a ver y a algunos niños les pareció demasiado fuerte… sugerimos a la distribuidora y exhibidores que cambien la sinopsis por ésta que usa la Cineteca Nacional..
“Ana es una curiosa niña que se hace amiga de los seres imaginarios de los pacientes de un hospital psiquiátrico, donde recientemente ha llegado junto con su madre. Con la ayuda de sus nuevos amigos intentará escapar de ahí para buscar a su padre y reunir nuevamente a su familia. Con un tono decididamente macabro, pero al mismo tiempo luminoso y fantástico, el primer largometraje de animación del director mexicano Carlos Carrera aborda temas como la locura, la imaginación y los lazos familiares.”
Ana y Bruno vive un cliché de las películas de animación que llegan a las pantallas de corridas comerciales, se piensa que por tratarse de una película de animación debería ser para niños, situación que no viven los filmes del mismo formato en los circuitos culturales o de Arte, donde el estilo de realización sólo es la herramienta para contar una historia que puede ser de terror, drama, ciencia ficción o cualquier otro género.
En las redes sociales los comentarios van de extremo a extremo, según las opiniones de quienes consideran que infantes deben verla y quienes piensan que no es un contenido apto para menores. El productor de la cinta Pablo Bakst comentó que “consultamos a una psicóloga infantil y ella nos dijo que la película sí era para niños, pero no esperábamos la reacción tan fuerte que se vino. Hay muchos papás que la vieron con sus hijos y la pasaron muy bien, sólo a unos cuantos los agarró de sorpresa” dijo.
Aquí les compartimos el trailer para quienes consideran que el cine también puede servir para abrir temas de discusión con sus hijos y quieran tomarla en cuenta para su siguiente visita a las salas.