Tras la subasta en el extranjero de objetos prehispánicos señalados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, como falsos o de procedencia ilícita, así como otros sucesos menos mediatizados que ocurren desde hace décadas, el Senado Mexicano ratificó la inclusión de nuestro país en el Convenio sobre los Bienes Culturales Robados, exportados del Instituto o Exportados ilícitamente (Unidroit) de la UNESCO, con el fin de tener recursos legales internacionales para frenar prácticas ilegales.
El robo de patrimonio cultural y arqueológico, su contrabando, tráfico, así como su comercialización, es un problema mundial, razón por la cual existe este aparato que busca mayores alcances legales y de acción para que quienes incurren en dichas prácticas paguen consecuencias. Además el instrumento ayudará a generar un registro y contabilización de las piezas una vez que se anuncie su oferta en el mercado “legal” por casas de subastas u otras entidades.
En su caso, se busca evitar la venta y recuperar los objetos que sea posible ya que se trata de patrimonio cultural mexicano disperso por el mundo. Con 86 votos a favor por unanimidad, el senado añade nuevas herramientas para evitar ilícitos. La Convención de la UNESCO de 1970 señala la prohibición y previene el tráfico de bienes culturales, sin embargo no se cumple como una ley para todos los países, por desconocimiento o por falta de instrumentos jurídicos para su aplicación.
Legisladoras/es se pronunciaron a favor de la ratificación e integración de mecanismos para recuperar objetos del patrimonio cultural cuyo valor económico no es tan importante como el valor moral, de identidad e histórico que podría ser invaluable en ciertos casos, además que con la recuperación de las piezas será posible iniciar o continuar investigaciones, así como darles correcto resguardo, documentación y exhibición para que más personas las conozcan.