La ola mundial de protestas con la bandera #BlackLivesMatter (las vidas negras importan) que ha desatado el asesinato del estadounidense George Floyd, un hombre afrodescendiente (desarmado) a causa de brutalidad policiaca, se ha expresado en diversas esferas, además de marchas y concentraciones en las calles. En la ciudad de Londres comenzarán retirar monumentos que fueron erigidos a personajes históricos que participaron de la trata de esclavos, según Sadiq Khan, alcalde de la ciudad.
La estatua a Robert Milligan, ubicada frente al Docklands Museum, fue retirada con grúa de su pedestal, luego de que un grupo de manifestantes la intervinieran con pintas y letreros para visibilisar su participación como negrero. Por su parte, el domingo 7 de junio, en la ciudad de Bristol, la estatua de otro comerciante de esclavos, Edward Colston, fue derribada por participantes de las protestas y tirada al río.
Otro suceso similar ocurrió en la ciudad de Oxford, donde al grito de “Rhodes must fall” (Rhodes debe caer), un numeroso grupo de personas exigió se retire el monumento de Cecil Rodhes ubicado frente al Oriel College, un imperialista y magnate también relacionado con comercio de esclavos provenientes de África.
Khan anunció la creación de una comisión que revisará las obras, monumentos, murales y nombres de calles, con el fin de expresar una actitud más acorde al tiempo presente en términos de derechos humanos y civiles de las personas de cualquier raza, particularmente de los afrodescendientes, mencionó como una “verdad incómoda" que esa nación "le debe en gran parte su riqueza a su papel en el comercio de esclavos”. Se piensa que las prestezas en el Reino Unido podrían ser punta de lanza para continuar la práctica de revisión y retiro de estatuas en otros países.
En Inglaterra y diversas partes del mundo, las autoridades han advertido la posibilidad de contagios de coronavirus, sin embargo la gente sale a manifestarse con guantes y cubrebocas, e ignoran las advertencias.