Tags:

    México Nº1 de embarazo infantil y adolescente en el mundo, reflexión para el Día Mundial de la Salud Sexual

    En Asamblea General de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS por sus siglas en inglés) se aprobó en el año 2010, conmemorar el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual para promover temas fundamentales de salud física y mental relacionada con la sexualidad inherente a la todas las personas, además de buscar que los derechos sexuales y reproductivos sean reconocidos como fundamentales y universales.
    Entre otros objetivos también buscan abatir la idea de que se trata de temas tabú, dado que su difusión deficiente cobra miles de vidas humanas cada año por enfermedades o partos a edad prematura sólo por mencionar algunos. Aunque no se trata de un día oficial que se haya determinado en las Naciones Unidas, se celebra en 24 países miembros.
    En cada región donde se conmemora, se organizan ferias, comunicados, exposiciones, conferencias y se realizan eventos en escuelas, centros de salud, universidades, plazas públicas y cualquier espacio donde se congreguen personas de diversas edades a hablar sobre conocimiento, prácticas, violencia, sexismo, machismo, homofobia, transfobia, embarazos no planificados y ETS (enfermedades de transmisión sexual).
    La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) comunicó en marzo de 2019 que México ocupa el primer lugar mundial en embarazo infantil y adolescente, ya que 62 embarazos de cada mil, son de menores que se encuentran por debajo de los 14 años de edad y en 2017, 2 de cada 10 nacimientos son de mujeres menores de 20 años. El 90% de las muertes por complicaciones de parto ocurren en niñas de entre 15 y 19 años.

    Estadísticamente el embarazo infantil se relaciona con violencia sexual a menores, precocidad en la práctica, baja autoestima, no usar métodos de planificación, uso de drogas y alcohol, mala comunicación, ser hijas de madre adolescente y falta de información sobre temas de reproducción. Todos estos factores pueden ser atendidos a tiempo y para ello debe existir voluntad política que permita implementar programas de educación y atención en todos los sectores sociales de acuerdo a la necesidad.

    Aquí les compartimos la página de la Asociación Mundial para la Salud Sexual http://www.worldsexology.org/