La Comisión Internacional e Interamericana de los Derechos Humanos, así como ONU Mujeres, a través de la Estrategia para Todo el Sistema sobre Paridad de Género de las Naciones Unidas, emitieron la invitación a comunicarnos “oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género”. Inicialmente las instituciones públicas del mundo debieron implementarlo en su reglamentación y códigos de ética, así como en protocolos de flujos de información y más tarde, idealmente la práctica permeará en la sociedad en su conjunto.
La necesidad de la inclusión en el habla y escritura, se debe a que “el lenguaje es uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales, emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad y combatir los prejuicios”. Sin embargo existe aún la negativa por parte de las personas a emplearlo por considerarlo poco práctico e incluso incorrecto según las reglas.
Hay quienes consideran que la Real Academia de la Lengua Española, RAE, determina cómo debe emplearse el lenguaje, pero la Academia ha aclarado en diversas ocasiones que su trabajo es conocer los fenómenos que se presentan en cuanto al habla y escritura, “no se ha improvisado, es fruto de siglos de decantación… La Rae no cambia la lengua sino que lo hace la gente en conjunto”. Se incluyen palabras en el diccionario o formas/modos de uso en medida que su utilización sea altamente extendida, previamente las palabras ingresan al “Observatorio” para analizar si se procede o no a integrarlas. En octubre de 2020 se anunció que los vocablos “elle”, bot”, “mutear”, “cruzazulear” “spoiler”, "ciberataque" “porfa” y “legitimizar”, entre otras están ya en dicho observatorio.
El lenguaje incluyente va mucho más lejos que el sólo uso de la "e" para referirse a personas que se identifican en un género no binario ya que, aunque lo correcto sería preguntarles cómo prefieren que nos refiramos, es complejo cuando nos dirigimos a grupos de personas; no se aplica a objetos, ni a complementos circunstanciales, así que será necesario recordar las lecciones de español y aplicar la creatividad para expresarnos correctamente en habla y escritura no discriminatoria, no sexista.
Existen herramientas que nos pueden ayudar a expresarnos sin caer en lo que se considera fuera de las norma para ser incluyentes y aquí les compartimos una infografía que circula en redes publicada por la Secretaría de Educación de Quintana Roo. Es posible verla en mayor tamaño para su mejor lectura, al dar click sobre la imagen. Esperamos que les sea muy útil.