Actualmente el Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología, CONACyT, se encuentra bajo el reflector, luego de darse a conocer información de que funcionarios no cumplían con el perfil para desempeñar el puesto y las obligaciones conferidas por el mismo. Al respecto en la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, declaró que “se está procurando que no haya anomalías”.
Quien había sido nombrada subsecretaria de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados del Conacyt, Edith Arrieta Meza, tuvo que abandonar el cargo tras su destitución, tal como se espera que ocurra con otros personajes denunciados.
El Mandatario mexicano aseguró que “no se va a tolerar la corrupción, ni se va a permitir el amiguísimo, nepotismo” y también declaró que “hay toda una campaña, algunos del CONACyT, se sienten desplazados”. Además denunció "hay mafias en la ciencia aunque parezca increíble, en la cultura, en la intelectualidad”, dijo que algunos tenían sueldos elevadísimos sin tener el nivel académico.
Por su parte, Jesús Ramírez, vocero de la presidencia declaró el pasado 14 de febrero (ayer) que hay desvíos y mal uso de recursos, que "entregaron becas indebidamente y que no entregaron reportes de las investigaciones realizadas", según se publicó en el diario Excélsior.
Sin embargo científicos se han pronunciado por una crítica generalizada a lo que no consideran un simple descuido, sino justamente el resultado de una cadena de “amiguismos” que no expresa congruencia, tomando en cuenta la serie de méritos académicos y trámites que deben acreditar para alcanzar los niveles que desean. Demandan coherencia entre las exigencias que la institución tiene para con ellos, así como su organización y orden al interior.