Este año el Premio Abel, conocido como el 'Nobel' de Matemáticas, fue otorgado por parte de la Academia de Ciencias y Letras de Noruega a la estadounidense Karen Uhlenbeck, por sus investigaciones en la intersección de las matemáticas con el mundo de la física; con el reconocimiento, la ganadora recibe además 600 mil euros. Es la primera vez que una mujer recibe el galardón creado en el 2002, en honor al matemático noruego Niels Henrik Abel, en el bicentenario de su nacimiento
Uhlenbeck es Catedrática Emérita en la Universidad de Texas en Austin, Senior Research Scholar en la Universidad de Princeton y en el Instituto de Estudios Avanzados en Estados Unidos. Es especialista en Ecuaciones en Derivadas Parciales. Acerca de sus investigaciones dice que “los matemáticos hacemos investigaciones exóticas, así que es difícil describir exactamente lo que hago en términos sencillos”, sin embargo aclara que se trata de ecuaciones que describen fenómenos como el electromagnetismo, útiles en el estudio de las formas del espacio en varias dimensiones.
La matemática ha expresado su beneplácito para varios medios de comunicación; comenta que ella pertenece a la primera generación de mujeres que podrían aspirar a progresar profesionalmente, aunque reconoce que no al nivel de los varones. Recordó que en las décadas de los 60 y 70 se derribaron barreras legales que le impedían a la mujeres y minorías, preparación académica de alto nivel.
En el Perfil Profesional de Karen K. Uhlenbeck, publicado en la página oficial de la Universidad de Texas en Austin, ella comenta un poco de su historia cuando era joven y cómo en la Universidad de Berkeley, donde se presentó con la experiencia de haber trabajado en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), le dijeron que “nadie contrataba mujeres porque las mujeres debían estar en casa y tener bebés”. Agrega que “uno de los problemas más serios que tienen las mujeres, es hacerse a la idea de que existe una sutil falta de aceptación hacia ellas y que tienen que actuar en consecuencia. No puedo pensar en una mujer matemática para quien la vida haya sido fácil. Los esfuerzos heroicos tienden a ser la norma”.
Estudiosas como ella se convierten en grandes ejemplos para las jóvenes que se desenvuelven en las mismas disciplinas, también son fuente de inspiración para que otras consideren a las ciencias como un campo de desarrollo viable en su vida profesional. Nació en 1942, cuenta hoy con 76 años y en su libro 'Viajes de mujeres en ciencia e ingeniería: no hay constantes Universales', publicado por el Temple University Press en 1997, asegura que “es difícil ser un modelo, porque tienes que mostrar a los estudiantes que una persona imperfecta puede triunfar”.
Acerca del premio, Paul M. Golbart, compañero suyo en la academia, comentó que “La investigación de Uhlenbeck ha permitido avances revolucionarios… Sus ideas pioneras tienen aplicaciones en gran variedad de temas fascinantes, como la teoría de cuerdas que puede ayudar a explicar la naturaleza de la realidad a la geometría espacio-tiempo”, dijo en un comunicado publicado en el diario online dedicado a las noticias sobre ciencia, EurekAlert.