Nuevamente la red social Twitter se planta frente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por la propagación de información falsa a través de su cuenta en la red social. El pasado martes retiró un video que contenía información no verificada sobre el coronavirus, así como 14 tuits del mandatario que buscaban sostener dicha información. El video fue eliminado también por la red social Facebook, que había mantenido una postura neutral y apostado por la autorregulación de la comunidad usuaria.
En el video aparecían varios “médicos” que emitían información engañosa y falaz como que” el uso de mascarillas no ayuda a la contención del contagio” y otras donde sin sustento científico, desinformaba sobre la eficacia de la hidroxicloroquina y su uso para curar la enfermedad. No es un secreto que Trump ha usado sus redes sociales para fines propios y para reforzar su campaña con información especulativa que busca inhibir el voto por sus oponentes.
Un portavoz de Twitter declaró que el video sobre los bulos del coronavirus fue retirado porque "viola la política de desinformación de la red social sobre el Covid-19", pero no se ha precisado a cuántos millones de personas pudo llegar dicho mensaje tomando en consideración que el usuario cuenta con 84.4 millones de seguidores. El Washington Post menciona que, por su parte, en Facebook fue visto por más de 14 millones de personas. En contraste el mandatario ha seguido emitiendo clips del mismo video que van siendo retirados.
El pasado mes de mayo Trump fue silenciado por compartir información que violaba las políticas de Twitter y fue notificado de ello, posteriormente él amenazó con emitir una ley ejecutiva para cerrar las redes sociales si estas no garantizaban su libertad de expresión. Más tarde en el mes de junio emitió mensajes que podían leerse, pero estaban acompañados de un letrero con la advertencia de que se violaban las reglas, con lo que se considera un comportamiento inapropiado, más tarde otro tuit fue marcado por “glorificar la violencia” y recientemente se inhabilitó uno más por queja del grupo musical Linkin Park, por uso no autorizado de su música.
Actualmente gigantes de internet mantienen un intercambio tirante con el congreso estadounidense que les ha interpelado por prácticas monopólicas y sobre el uso y difusión de su información.