La Real Academia de la Lengua anunció que tomarán medidas para asumir y resolver las diversas problemáticas que representa el uso de la lengua en aproximadamente 700 millones de máquinas en que se utiliza, con herramientas de inteligencia artificial.
Su principal preocupación radica en que el uso del español en máquinas puede ser una fuente de fragmentación de la lengua, de manera que La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y la RAE buscan mecanismos que les permitan mantener cierto control, debido a que “las academias no pueden quedarse al margen del futuro” señaló Santiago Muñoz Machado, Director de la Real Academia de la Lengua.
En diversas ocasiones la Academia ha aclarado que ellos no imponen palabras o su uso, sin embargo son guardianes de la gramática, aunque si la utilización muy numerosa de vocablos o usos se impone, la RAE debe responder adhiriéndolo a sus lineamientos que son fuentes de consulta y reproducción como máximo referente en el idioma español. Han sido esas las justificaciones para no implementar el lenguaje inclusivo, pero por otro lado, incluir al diccionario palabras como “chido”, por ejemplo.
Entre los retos que enfrentarán las dinámicas a implementar, se encuentra que la inteligencia artificial “aprende” a “expresarse” según lo hagan sus usuarios e incluso pueden configurara variables semánticas, así que tienen por objetivo evitar que las formas “incorrectas” de usar el lenguaje lleguen pronto a difundirse a un nivel incontrolable.