La UNESCO declaró en 1994 el día 5 de octubre como el Día Mundial de los Docentes por propuesta de diversas organizaciones políticas y sociales que urgían la unificación internacional de este festejo, así que en Asamblea General se designó hace unas décadas, sin embargo en cada país se celebra en fechas distintas. En México es el 15 de mayo.
Hubo otro intento de unificación en 1943, durante la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas, celebrada en Panamá, se propuso la celebración para América Latina el 11 de septiembre por ser aniversario del fallecimiento del estadista y educador argentino Domingo Faustino Sarmiento, pero la propuesta no fructificó y aunque en Argentina continúa conmemorándose en esa fecha, cada nación tiene sus propios motivos para festejar en días distintos.
Se celebró por primera vez en México en 1918 tras su declaración el año previo por el presidente Venustiano Carranza; la fecha coincide con la festividad dedicada a San Juan Bautista de La Salle, quien años más tarde fue declarado por el vaticano como“patrono universal de los educadores”, durante el papado de Pío XII.
En pocos países se podría hablar de condiciones óptimas para la enseñanza; aunque se ha pretendido imponer estándares de calificaciones para estudiantes y profesorado en el mundo, no es posible comparar las condiciones de vida, es decir, el contexto en el que aprende alguien a edad temprana en Suiza, no es el mismo que el las de las infancias en la sierra de Guerrero, México, por ejemplo, sin embargo las personas dedicadas a la docencia hacen un gran esfuerzo para, aún con la desigualdad, obtener buenos resultados.
En tiempos de la pandemia por Covid-19, pese a que no es posible para cada estudiante acceder a las herramientas digitales en su hogar por no contar con los dispositivos o con los medios económicos para pagar una conexión a Internet, se ha hecho un gran trabajo para no parar la formación académica en todos los niveles y la educación en línea se presenta como una opción disponible, cuyos resultados conoceremos en el futuro cercano.
Para las maestras y maestros, la realidad que se enfrenta hoy por la pandemia, plantea una serie de retos que se suman a los que ya libraban todos los días. Hay quien asume las nuevas condiciones sin contratiempos, a otras personas les implica estrés por no haber una clara división de su espacio personal y laboral; la brecha digital también ha supuesto desafíos para ciertos grupos de docentes que aún cuando tienen acceso a las herramientas, desconocen su uso y alcances.
Por su gran labor, esfuerzo y dedicación en la formación de personas, reciban el más amplio reconocimiento. ¡Felicidades a las maestras y maestros en su día!