Tags:

    La palabra “elle” se incluye al observatorio de palabras de la RAE

    Diccionario.png

    En diversas ocaciones la Real Academia de la Lengua Española se ha pronunciado respecto a el cambio de algunas vocales para transformar la forma de comunicarnos e incluir en los plurales a personas que no se ven identificadas con el género masculino o femenino, o que para hablar de ambos indistintamente, usan la letra "e", como en “Todes”, en lugar de "Todas y Todos"; la postura es que la Academia no determina, decreta o dicta, sino que va adaptando palabras según se extienda su uso y en este caso resalta que la palabra “elle” se encuentra en su Observatorio.

    Hablar.png

    El Observatorio es un espacio en que se estudian palabras pero aún no son incluidas en el diccionario, ya que se analiza cómo, por qué y para qué se utiliza, además de sus formas gramaticales para luego incluirlas en la edición más próxima. En el mismo lugar se encuentran también neologismos, extranjerismos, tecnicismos y palabras como “sindemia”, “bot”, “mutear”, “cruzazulear” “spoiler”, "ciberataque" “porfa”, “legitimizar” y otras.

    Comunicarse.png

    El tema del lenguaje incluyente (o inclusivo) es controversial, ya que algunas personas consideran que son distorsiones o hasta aberraciones, sin embargo quienes se han comprometido en su utilización, entablan debates en plataformas digitales y en la realidad, para defender el uso como una postura política que incluye en los plurales a las mujeres y a los hombres a la vez, aunque también contemplan a la comunidad lgbt+ o a gente que se opone a una asignación de género como práctica cultural.

    Hablar 2.png

    En la antigüedad cuando la lengua española se formaba producto de raíces diversas y mutaciones por uso, las mujeres no tenían participación, así que muchas designaciones se acuñaron en masculino, se consideraba que las mujeres pertenecían exclusivamente al ámbito privado, el hogar, la familia y no eran parte de las decisiones comunitarias. Se resolvió que no había por qué dirigirse verbalmente hacia ellas, podían decir “Bienvenidos” y todos los presentes se darían por aludidos.

    Hablar 3.png

    Otras facciones consideran con seriedad que el lenguaje incluyente (o inclusivo) va más allá del cambio de letras en las palabras, ya que las lenguas romance tienen masculinos y femeninos en su vasto vocabulario; la riqueza de su uso correcto, permite una buena inclusión si en lugar de decir “las y los trabajadores”, se dice “las personas que trabajan” y se utilizan otros términos universales. Por otro lado, algunas feministas que luchan por la visibilización de las mujeres en la vida pública, piensan que el uso de la “e” en las palabras como “todes” las vuelve a excluir tal como lo hacía la o en “todos”, al seguir sin ser nombradas “todas”.