El Museo del Juguete Antiguo ubicado en la Ciudad de México, sufrió un robo de piezas específicas la madrugada del 4 de agosto, tras su reciente apertura, había permanecido cerrado desde el mes de marzo por las medidas de distanciamiento físico para evitar la propagación de Covid-19. Reabrió recientemente sus puertas al público con protocolos de sanidad para sus visitantes que no deben rebasar un aforo de 30%.
Se trata de dos automóviles a escala muy preciados por coleccionistas, ya que son lanzados en número limitado por la fábrica en Italia de la marca, con costo de 30 o 40mil pesos en mercado, pero que pueden alcanzar precios más altos en subastas especializadas. Según describió el director creativo del museo, Roberto Shimizu, son un Ferrari F40 y un Testarossa.
En las cámaras de seguridad del museo es posible ver que el ladrón accedió antes a sustraer una bicicleta y un taladro y luego fue directamente por los autos a escala. Shimizu asegura que se trata de gente que sabía el valor de los objetos y llama a coleccionistas a no comprarlos y denunciar a las autoridades, ya que más allá de su precio, son parte del acervo con cerca de 6 millones de piezas que están en proceso de ser declaradas patrimonio.
El recinto es privado, no cuenta con apoyos institucionales para su funcionamiento, ofrecen a los visitantes un recorrido histórico por juguetes mexicanos y extranjeros que han sido usados por generaciones de infantes en nuestro país. La colección comenzó a recopilarse en 1955; el museo abrió al público hace 15 años en 2015 y vive de la venta de los accesos.