La profanación de monumentos históricos en protesta contra la violencia racial del movimiento #BlackLivesMatter en diversas partes del mundo, no sólo se ha expresado en estatuas de esclavistas o colonizadores, recientemente se dio a conocer que alcanzó también a personajes de la vida cultural, tal es el caso de las intervenciones a representaciones de Cervantes, Fray Junípero y Voltaire.
Las pintas en el busto de Miguel de Cervantes Saavedra, ubicada en el Parque Golden Gate de San Francisco, ha levantado repudio generalizado, primero porque él mismo fue un esclavo durante su cautiverio en Argel y segundo porque se trata de una personalidad tan importante para la literatura universal, que su magna obra Don Quijote de la Mancha, es la segunda más traducida a otras lenguas después de la Biblia.
El Instituto Cervantes Utrecht en España, dedicados a la promoción y difusión de las letras en español y un importante centro de investigación sobre la obra de Cervantes, manifestó su repudio a la intervención en la estatua, con elegantes señalamientos sobre lo dicho por el escritor acerca de la libertad, su importancia y el lazo que existe entre la cultura estadounidense y la lengua española.
En defensa de lo ocurrido a la estatua de Fray Junípero Serra, se argumenta que el religioso durante el proceso de evangelización, también aportó en filosofía y teología, además de ser parte de misiones que atendían a población indígena y religiosa sin distinción. Un ejemplar ubicado en en Santa Caridad de Palma, España sufrió pintas, otra estatua del mismo personaje fue derribada en San Francisco y una más en Los Ángeles, Estados Unidos. Al respecto se pronunció el Papa Francisco, quien asegura que el monje siempre buscó “defender la dignidad de la comunidad nativa”.
El monumento erigido a Voltaire en un pequeño jardín en las cercanías el Museo del Louvre, causó indignación por ser él uno de los filósofos más relevantes del pensamiento ilustrado universal, fue intervenido también con pintas, situación que suscitó el pronunciamiento del presidente francés Emmanuel Macron, quien declaró que no se consentirá la profanación del patrimonio histórico. La pieza, ademas de representar al pensador, es obra de Léon Ernest Drivier, discípulo de Rodin.
Los actos han sido calificados de vandálicos, ignorantes y reduccionistas.
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Las pintas en el busto de Miguel de Cervantes Saavedra, ubicada en el Parque Golden Gate de San Francisco, ha levantado repudio generalizado, primero porque él mismo fue un esclavo durante su cautiverio en Argel y segundo porque se trata de una personalidad tan importante para la literatura universal que su magna obra, Don Quijote de la Mancha, es la segunda más traducida a otras lenguas después de la Biblia.
El Instituto Cervantes Utrecht en España, dedicados a la promoción y difusión de las letras en español y un importante centro de investigación sobre la obra de Cervantes, manifestó su repudio a la intervención en la estatua, con elegantes señalamientos sobre lo dicho por el escritor acerca de la libertad, su importancia y el lazo que existe entre la cultura estadounidense y la lengua española.
En defensa de lo ocurrido a la estatua de Fray Junipero Serra, se argumenta que el religioso durante el proceso de evangelización, también aportó en filosofía y teología, además de ser parte de misiones que atendían a población indígena y religiosa sin distinción. Un ejemplar ubicado en en Santa Caridad de Palma, España sufrió pintas, otra estatua del mismo personaje fue derribada en San Francisco y una más en Los Ángeles, Estados Unidos. Al respecto se pronunció el Papa Francisco, quien asegura que el monje siempre buscó “defender la dignidad de la comunidad nativa”.
El monumento erigido a Voltaire en un pequeño jardín en las cercanías el Museo del Louvre, causó indignación por ser él uno de los filósofos más relevantes del pensamiento ilustrado universal, fue intervenido también con pintas, situación que suscitó el pronunciamiento del presidente francés Emmanuel Macron, quien declaró que no se consentirá la profanación del patrimonio histórico. La pieza, ademas de representar al pensador, es obra de Léon Ernest Driver, discípulo de Rodin.
Los actos han sido calificados de vandálicos, ignorantes y reduccionistas.